En la segunda parte del índice del H. P. Lovecraft (1991) de Houellebecq se lee: Acometed el relato como un radiante suicidio Pronunciad sin desmayo el gran No a la vida Entonces veréis una poderosa catedral Y vuestros sentidos, portadores de indecibles desórdenes Trazarán el esquema de un delirio integral Que se pederá en la innombrable arquitectura de los tiempos No sé si exista el relato o el poema en índices. Hay noticia de ellos en epígrafes, en colofones, en dedicatorias. Existen los acrósticos que revelan nombres como el zumo de limón en papel al fuego. Pueden ser revelados o crípticos. Mas no sé de versos en índices de ensayos. Desconozco poemas que inviten a la acción con salto de páginas. En la 55 se revelará un misterio, en la 73 se ciñe un círculo inevitable. Celebro este descubrimiento personal al comienzo de la lectura de la novela Serotonina (Houellebecq, 2019).
Antiblog de Francisco Vásquez, donde se escribe de música, literatura, libros, crítica, museos, viajes y otras displicencias personales.