Las palabras son las herramientas predilectas de la mente y en consecuencia del pensamiento para comparar, establecer un paralelo ¿entre lo que se vive y se dice?, ¿entre lo que se ve y comunica? Desconozco si haya respuestas a estas y otras interrogantes que se plantean las ciencias del lenguaje y los artesanos de la palabra, como son los escritores y poetas.
El origen de la palabra hablada y escrita sigue haciendo que la tinta corra a raudales y las preguntas son más que los esbozos de respuestas; sin embargo, el pensamiento humano no se ha detenido ni lo hará aun cuando falten certezas y veracidades. Tanto es así que las palabras, las simples palabras como las que ahora escribo y ustedes leen (confío) han devenido en algo distinto desde hace mucho tiempo, algo, digamos, como un aglutinador de palabras, y que es una palabra en sí: los conceptos.
Los conceptos son "concepciones" del pensamiento que hacen posible la síntesis de dos o más palabras para formar una nueva, o de palabras que se relacionan con la experiencia, lo vivido, lo conversado, lo presenciado, dando como resultado un "producto", como se usa en la ciencia ginecológica, un concepto es algo que debe concebirse, formarse y nacer en el pensamiento individual o colectivo.
Por ello, en consecuencia, hablaremos de palabras que son conceptos y que, como aquellas, ante el uso se desgastan, se descomponen o pierden su brillo original, como: arte, libertad, moral, ciencia, política o gusto.
Francisco Vásquez @asiriax
Me hiciste reflexionar sobre el uso de las palabras escrita vs hablada y me parece que a la palabra escrita aún le falta poder definir o plasmar, el tono o énfasis que permite la palabra hablada ya que puede expresar con mayor certeza lo que se quiere transmitir. Cómo la palabra escrita podría trasmitir por ejemplo un nivel de tristeza o de felicidad a través de signos? Podría la lengua escrita evolucionar para poder grados de sentimientos? Muy buen artículo Paco, gracias por compartir.
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